Viaje a Jerez al Gran Premio

Bueno ya de vuelta.
Como sabéis, el verano pasado volvió a mis manos mi MZ. Después de un invierno y principio de primavera de repaso intensivo y sobre todo gracias a la impagable ayuda de mi Ángel de la Guarda (Mi hermano Javier) la moto está lista para ser lo que és. Una moto rutera en la que todo son sensaciones. Que mejor que ir a Jerez al Gran Premio como ya había hecho antaño tantas veces. Mi mujer no puede acompañarme por motivos laborales (me va a faltar algo todo el viaje) Contacto con mi amigo Pique, que se apunta de inmediato y todo queda organizado.
La moto se ha portado fenomenal. A sus jóvenes 25 años y 200.000 km todavía sigue dando satisfacciones.
Iniciamos el viaje el sábado a las 10 de la mañana para llegar a Jerez a tiempo de ver los entrenamientos. Carga de la moto y carretera y manta.
A los 40 kilómetros empieza el primer problemilla. La moto quiere pararse. Ya conozco el problema: el tapón del depósito no respira y al hacerse vacío la moto se viene abajo. El tapón no es original, es uno de camión que va como un guante pero que está claro que tiene algo raro. Conocido el problema, conocida la solución. Ya me había dado el problema antes pero creía haberlo solucionado con un pequeño taladro. Visto que no funciona pues improviso la solución. En marcha abro el tapón y la moto sigue sin problemas.
La moto va bastante cargada y con dos intrepidos mazeteros. Mantiene una velocidad de crucero de 100/110 km/h que hacen divertido el viaje, sobre todo al compartir la ruta con las turbulencias de caminones y autobuses. En las cuestas bajo una marcha y me mantiene los 90 sin problemas, lo que me permite mantener las distancias con los pesos pesados que amenazan por el retrovisor.  El rastro de babas que voy dejando por el camino va indicando a todos los moteros que me van alcanzando, que delante va un motero más que orgulloso de su montura. Primera parada a 100 km para repostar. Más que nada para llevar un control más exacto del consumo y autonomía porque no tenía muy claro con cuanta gasolina había salido.
En la gasolinera ya empiezan esas miradas de asombro que viviré todo el viaje. ¿Qué moto es? ¿Cuantos años? . Después de café y tostada continuamos ruta. Abandonamos la autovía y empieza la verdadera diversión. Un paisaje espectacular, curvas, subidas, bajadas. La moto sigue de lujo salvo que cada 40 km se queda sin respiración pero con un rápida maniobra de socorrista "boca a tapón" la apnea solo dura dos segundos.
Así llegamos a Algodonales. Parada para recuperar fuerzas y el maltrecho trasero de mi Sancho Panza que tiene menos millas que yo. Al parar en el bar un grupo de moteros nos hace la ola. Me tienen que recoger con cuchara porque me he derretido. Rodeada de muchos manillares y muchos euros, la moto es el centro de atención. Me alejo un poco porque la timidez y el miedo a la sobervia me dicen que la protagonista tiene que ser ella.
Después de un tercio bien frio continuamos el último tramo hasta el circuito. !!Hemos llegado¡¡ Ahora toca disfrutar del olor a aceite, el ruido, el ambiente y de los entrenamientos. Nos quedamos hasta el final, incluida la carrera de los rookies. Somos los últimos en abandonar el circuito y nos vamos a la ciudad a ver el ambiente. Los que ya habéis estado en Jerez ya sabéis el espectáculo que es. Miles de motos de todo tipo, tamaño. Desde ciclomotores hasta motores de avión entre dos ruedas. Sigue la fiesta. Nos piden montar a unos niños para hacerle fotos en esa moto que nadie sabe su origen. Curiosamente los guiris son los que mejor la conocen y aplauden. Ya de noche, vuelta al circuito. Hay que estar a las seis en la puerta para coger buen sitio. Esta noche no se duerme. Una vez dentro e instalados en la Pelousse de la Dry Sack me permito una cabezadita. Hay una niebla como un puré de guisantes que hace que el warm up de moto 3, previsto para las ocho no comience hasta las nueve y media. Mañanita de niebla, tarde de paseo. Por fín empiezan las motos a circular y comienza la diversion.
Una vez terminadas las carreras, incluida la segunda de los rookies, empezamos la vuelta. Ahora el tráfico es intenso. Hay que vigilar más los espejos que la propia carretera. Todo sigue de fábula. La moto va incluso mejor que a la ida. No hay nada como limpiar el escape con kilómetros.
Los compañeros de ruta nos van saludando y respondemos sonrientes. En Algodonales volvemos a parar para una nueva cervecita. Esta vez me sale competencia. Aparca a mi lado una Zundapp de 1941 de un lugareño con el que rápidamente hicimos migas. Volvemos a la carretera y a disfrutar de las curvas antes de que llegue la autovía. Finalmente, tras 4 horas de viaje llegamos a Granada. Todo ha ido perfecto. Vuelvo a dar las gracias a mi hermano porque sin su ayuda recuperar estos momentos no habría sido posible.  
Bueno espero no haberos dado mucho el tostón.
Salud y saludos, a todos,

Juan

nota: A ver si soy capaz de subir algunas fotos

Enhorabuena Juan!!! Que crónica más bonita y que fantástico viaje!!! Así da gusto, gracias por compartirlo!!!


A ver esas fotos!!!

Gracias por tu enhorabuena.Un saludo
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La última foto es un troll que se ma colado al enviar las fotos

Enhorabuena.
No hacen falta muchos CV ni muchos €€ para disfrutar con una montura así.

Un saludo

Gracias por las fotos!!! Viaje genial!!!

Comparto la sensación de disimulado orgullo ante las miradas de los demás moteros cada vez que me muevo con la MZ. Lo que me falta es animarme a hacer alguna excursioncilla en ella, que, la verdad, viajes de placer no hago, sólo más placenteros mis obligados desplazamientos.

Pués ánimo. Puerto de Galapagar y la Sierra de Madrid es tuya. Los que vivimos al lado, o en las montañas somos unos privilegiados. Nuestras motos, aunque ya mayorcitas, son los que por aquí llaman "carne de perro" y aunque vetustas adoran las comarcales. Sé que a veces es difícil sacar tiempo pero el gustazo de oir nuestro pop pop pop al ralentí y el silbido del cilindro al empezar a subir de vueltas hay que mostrárselo al mundo. Je je ya me estoy subiendo.
Saludos
Juan

Ese paisano!!! que coj- mas gordos!!!

Pues yo el Viernes me voy con mi 125 a Chinchilla de Montearagon....a ver como llego y como vuelvo

Que tengas buen viaje. Eso sí, vete por la sombra que los calores ya aprietan je je. Ya nos contarás.

Un saludo y buen viaje.